Estos son los coches que cumplen 30 años en 2021, uno de los requisitos para matricularlos como históricos aunque no todos son clásicos todavía…
A punto de comenzar el nuevo año, ¿qué mejor momento para recordar los coches que van a cumplir 30 años en 2021? Porque ya se sabe que ésta es la edad con la que los vamos a poder matricular como históricos. Siempre que estén conservados y mantenidos en condiciones históricamente correctas y que no sean utilizados como medio de transporte diario.
Aunque hay que decir que desde finales de los 80 nos vamos encontrando con modelos que difícilmente encajan en el concepto tradicional de clásicos. En fin, vamos a ello. Con alguno seguro que tú… sí, tú… dirás “¿tanto tiempo ha pasado?”. Aunque a lo mejor por otro lado tú… sí, tú… aún no habías nacido…
Bentley Continental R
Tras años a la sombra de Rolls-Royce, con este modelo por fin Bentley volvía a ofrecer algo diferenciado de su matriz. El Continental R enlazaba con la tradición «deportiva» de la marca entre comillas, con sus 5,34 metros de largo por 2,04 de ancho y un peso de 2.420 kg… Pero gracias al venerable V8 de 6,75 litros del grupo, una buena caja de General Motors y una acertada configuración de la suspensión, el modelo no decepcionó dinámicamente. A su lanzamiento fue el coche más caro del mundo y se hicieron 1.504 unidades hasta 2003, a las que hay que añadir 350 del T lanzado en 1996, básicamente un R más potente con menor distancia entre ejes.
Bugatti EB 110
Bugatti llevaba desaparecida ya unas décadas cuando en 1987 el empresario Romano Artioli compró los derechos de la marca y se puso a desarrollar el EB 110. La parte más fácil del proyecto fue seguramente ponerle el nombre (a partir de las iniciales de Ettore Bugatti combinadas con el 110 aniversario de su nacimiento) pero el resto del proyecto fue realmente complicado. El diseño inicial se encargó a Marcello Gandini, pero Artioli acabó buscando a un sustituto para rematar el diseño. que al menos para el que suscribe no es el punto fuerte de este modelo.
Sin embargo, aunque el ingeniero jefe, Paolo Stanzani, también acabó sustituido, mecánicamente el Bugatti fue un prodigio para la época, con su chasis monocasco en fibra de carbono, tracción integral y motor V12 con cuatro turbos. Lamentablemente Artioli forzó su capacidad financiera más allá de lo razonable con la compra de Lotus y acabó en la bancarrota, habiendo producido tan sólo 139 unidades en cuatro años. Un modelo que nació clásico…
Mercedes-Benz W140
Son varios los modelos a los que los aficionados se refieren como el último Mercedes como se hacían antes. El término en inglés es “over engineered”, es decir, desarrollado con un nivel de ingeniería muy por encima de la media. Para muchos éste sería el último modelo desarrollado con aquella filosofía. De hecho, cuentan que tras invertir más de mil millones de dólares y un retraso de 18 meses en su lanzamiento, el jefe del proyecto fue invitado a abandonar la compañía, que desde entonces decidió bajar el listón de calidad a niveles más terrenales.
Sí, el W140 es un tanque en cuanto a solidez, pero también (exagerando un poco) en apariencia y dimensiones, o al menos así lo debieron ver las organizaciones ecologistas que a su lanzamiento lo convirtieron en el centro de sus ataques a los excesos de la industria automovilística. Aunque todo ello no impidió que se vendieran 406.710 unidades hasta 1998, bastantes para una limusina de tan alto nivel.
Nissan Figaro
A finales de los 80 el grupo de proyectos especiales de Nissan llamado Pike Factory desarrolló cuatro modelos que años más tarde el crítico de diseño Phil Patton llamó “la cima del posmodernismo” y “descaradamente retro, combinando promiscuamente elementos del Citroën 2CV, el Renault 4, el Mini y el Fiat 500”. Y alguno más, porque en el caso de éste se ven claras influencias del Gutbrod Superior alemán. En fin, cuentan que el Figaro tuvo tanto éxito que aparte de los 8.000 iniciales se hicieron 12.073 adicionales y (aquí viene lo bueno) ante la avalancha de demandas hubo que asignarlos a través de una lotería.
Porsche 968
A finales de los 80 Porsche entró en una profunda crisis, sobre todo porque dependía demasiado del deprimido mercado americano, pero también por una política de modelos que había entrado en un callejón sin salida. El 911 seguía siendo el buque insignia pero eran el 924 y el 944 (lanzados en 1976 y 1982) los que debían dar volumen a la marca. Tras jubilar al primero, Porsche se puso a actualizar el 944 pero llegados a un punto sus ingenieros habían sustituido o mejorado hasta el 80% de sus piezas. Esto llevó a la marca a lanzar el modelo revisado con una estética renovada y esta nueva denominación, de la que se hicieron 12.776 unidades en cuatro años.
TVR Griffith
Creada en 1946, la empresa inglesa ha vivido varias etapas bajo distintos dueños y una de las más interesantes fue la de Peter Wheeler entre 1981 y 2004. Sobre todo en los años 90 y principios de los 2000, cuando vieron la luz varios gloriosos modelos con rugientes motores V8 bajo el capó llamados Chimaera (1992), Cerbera (1996), Tuscan (1999) y Tamora (2000). Y el Griffith, que toca recordar en esta ocasión. Con sus 1.048 kg gracias en parte a la carrocería de fibra de vidrio y sus 243 CV que con el tiempo fueron 284 y hasta 345, el coche era pura diversión, aunque hay que decir que la fiabilidad no fue su punto fuerte. La exclusividad seguía en el interior, donde la compañía tendía a fabricar sus propios componentes. Se hicieron unos 2.600 unidades de esta maravilla.
Volkswagen Golf III
Las sucesivas generaciones del Golf ya son como unas especie de tradición desde que apareciera el primero en (ni más ni menos) 1974. El tercero se hizo esperar nueve años pero llegó casi con las mismas dimensiones y otras similitudes con el anterior – aunque bastante más pesado por culpa del novedoso equipamiento de seguridad activa y pasiva. Lo que no gustó tanto fue la (mediocre) calidad de los materiales y acabados, por cortesía del “efecto Superlópez”, por el agresivo jefe de compras de la marca germana. De todas formas, este Golf, otro de los coches que cumplen 30 años en 2021, fue un éxito rotundo con 4.805.900 unidades producidas hasta 2002.
Dos keijidōsha: Honda Beat y Suzuki Cappuccino
Ya se sabe que los keijidōsha o coches ligeros son una categoría japonesa de vehículos que tienen limitadas sus dimensiones y el tamaño y potencia de los motores. En principio están pensados como medio de transporte simple y ágil en las superpobladas ciudades niponas pero a principios de los 90 los fabricantes japoneses se lanzaron a ofrecer en este segmento modelos de lo más variopinto – incluyendo algún descapotable. En 1991 se lanzaron estos dos, el Honda basado en un diseño de Pininfarina cuyas ventas tras un primer buen año fueron languideciendo hasta 1996 para un total de 30.600 unidades. Por su parte, el Suzuki, algo más dinámico con sus 64 CV para apenas 690 kg aguantó un año más para una producción total de una 27.000 unidades.
GMC Syclone
Mientras en Japón fabricaban estas pequeñas monadas, en EEUU veía la luz un monstruo. El Syclone se preció de ser la camioneta pickup más rápida del mercado y algunas revistas no pudieron resistirse a hacer pruebas comparativas con deportivos de la talla del Corvette o algún Ferrari. Ofrecido sólo en color negro, gracias a su seis cilindros turbo que daba unos 300 CV y la tracción integral, esta locura sobre ruedas aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. Aunque pocos pudieron (o probablemente quisieron) hacerse con uno ya que tras 2.998 unidades la marca dijo hasta aquí hemos llegado.
Subaru SVX
Cuando llegó al mercado este coupé no dejó a nadie indiferente. Primero por su apariencia obra de Giugiaro, con ese techo de cristal curvado similar al de un avión de combate, con esas ventanillas más propias de un superdeportivo que de un gran turismo. Y luego con su enorme carga de tecnología y electrónica. Sin embargo, el SVX tuvo en su contra un precio altísimo que muchos prefirieron gastar en una marca europea consolidada antes que en un Subaru. Y quizás también su apariencia resultara demasiado peculiar para un segmento de mercado más bien conservador. Sea como fuere, las ventas cayeron en picado desde el primer año y sólo se hicieron unos 25.000 hasta 1998. Un futuro clásico, seguro.
Volvo 850
Los suecos sorprendieron a muchos dotando al 850 de tracción delantera pero esto no impidió que el modelo fuera un éxito de ventas. De hecho fue más allá y hoy en día es un modelo de culto – al menos las versiones con el magnífico motor de cinco cilindros con turbo compresor llamadas sucesivamente T5 (226 CV), T5R (240 CV) y R (250 CV). Se fabricaron 716.903 unidades del 850 hasta 1996, aunque desde entonces siguió vendiéndose (ligeramente modificado) hasta el año 2000 como S70 y V70.
Audi Cabrio
Basado en el coupé de 1988, el Audi Cabrio fue una pequeña revolución para la hasta entonces bastante conservadora marca alemana. La verdad es que las líneas eran bastante sobrias pero seguramente esto le daba un aura de seguridad que convenció a muchos que si no no habrían optado por un coche abierto. Luego el espaldarazo definitivo para el modelo llegó de la mano de Diana, la princesa de moda en aquella época, que lo popularizó apareciendo con él allá donde iba y por supuesto en las revistas del corazón…
Otros coches que cumplen 30 años en 2021
A continuación dejo otros coches que cumplen 30 años en 2021, pero que probablemente tardarán algo más que los de arriba en ser considerados clásicos…
Todos los créditos de las imágenes corresponden a las propias marcas.
DH