Os invito a abandonar por unos minutos la órbita de los coches antiguos y repasar conmigo esta lista de coches clásicos modernos, divertidos y fascinantes todos ellos…
Para recopilar esta lista de coches clásicos modernos, me he regido por lo que al final para mí hace que los coches sean interesantes: ante todo que sean divertidos de conducir y que la estética acompañe. Un tercer factor sería la ligereza: para mí el gran problema de los coches de hoy en día es el peso, tanto por la eficiencia como por la diversión (o falta de ellas).
Finalmente, un coche atractivo debería llevar algo de tecnología puntera, aunque quizás la fascinación por la ingeniería sea a la vez el presunto talón de Aquiles de estos coches. Porque ¿es asumible que en 30 años la electrónica omnipresente seguirá funcionando? Y si no es así ¿habrá quien sea capaz de mantenerla o restaurarla? En este sentido os invito a repasar mi trilogía acerca del futuro del automóvil.
Probablemente sea cierto que la mayoría de los coches actuales nos llevan perfectamente de un sitio a otro con seguridad y confort, pero no dan las sensaciones al volante que nos daban los automóviles de otras épocas. Sin embargo, conducir cualquiera de estos es un placer para los sentidos. Garantizado.
1. Alpine A110S
Renault fabrica desde 2017 este pequeño deportivo con chasis de aluminio y caja automática de doble embrague, con la potencia justa para no resultar intimidante pero divertidísimo por una carretera sinuosa. Apenas pesa unos 1.100 kilos, cuando un Audi TT, por ejemplo, está entre 1.300 y 1.600 según la versión. No llega a los 620 kg que pesaba el Alpine de los años 70, pero eso sería una quimera a la vista de la seguridad y la compostura que ofrece el actual. Y tranquilos que la caja automática de doble embrague cambia de forma casi instantánea, por lo que no echaremos de menos una manual. En serio.
2. Mini Cooper S
Los Mini siguen siendo el cóctel perfecto de motor alegre y potente, suspensiones divertidas, cero (bueno, casi) inclinación en las curvas, dirección directa y ruedas a los cuatro extremos. Sí, el legendario efecto como de kart enfilando una curva tras otra sigue siendo la mejor metáfora para definir su comportamiento. Y además, aquí tenemos a disposición un caja de cambios manual de seis marchas que es una delicia de manejar. Los 600 y pico kilos que pesaba el Mini antiguo son de nuevo una ilusión, pero con 1.270 kilos, el peso del nuevo se mantiene en un nivel muy comedido para lo que se estila hoy en día.
3. Morgan Plus Four
También Morgan ha entrado en el siglo XXI, gracias a un nuevo chasis de aluminio soldado que sustituye al de “escalera” que venía usando… bueno, como mínimo desde los años 50 y en cierta forma desde los 30. Con esta nueva estructura, los Morgan ganan muchísimo en confort, aunque siguen siendo tremendamente divertidos y especiales, con ese capó interminable, las puertas bajitas y el habitáculo estrecho. Y el peso contenido de poco más de 1.000 kg con los que el motor cuatro cilindros de BMW con 255 CV lo tiene bastante fácil. Otra cosa es que el dichoso turbo le quite algo de la alegría de los atmosféricos. Por cierto, no han dejado de usar madera tallada a mano para la estructura que hay debajo de la carrocería, que se sigue batiendo igualmente a mano.
4. Mazda MX-5
Ole por Mazda, que lleva produciendo estos coches clásicos modernos desde 1989. Y a pesar de venir cargada de elementos de seguridad y confort, con unos 1.100 kilos la cuarta generación del MX-5 pesa poco más que la primera de hace treinta años. Y sigue siendo un coche muy divertido de conducir, regalando sensaciones como ningún otro coche actual. Al menos en estos niveles de precio.
5. Ferrari F8
Los Ferrari también han evolucionado hasta convertirse en un amasijo de electrónica. Pero aunque no suena invitante, hay unanimidad entre los periodistas del motor en que el F8 es de lo mejor que la marca haya fabricado nunca. Hablamos aquí de 710 CV para un peso de 1.400 kilos, más del doble de potencia que daba el motor del 308 GTB de principios de los 80 para unos 50 kilos menos. Además, gustos aparte, aunque la estética del clásico era mucho más pura, la del nuevo no está nada mal.
6. Lotus Elise Sprint
Desde 1996 Lotus viene produciendo con ciertas modificaciones este pequeño deportivo del que Colin Chapman, el fundador de la marca, habría estado orgulloso. Aquí no hablamos de potencia sideral como en los modelos de Ferrari o Lamborghini y de hecho los motores de Toyota que equipa la versión Sprint dan 134 o 217 CV, por ejemplo. Pero amigos, es que aquí hablamos también de una obsesión por ahorrar peso llevada al extremo: el modelo básico pesa 798 kg. A esto se une una dirección sin asistir y un chasis que tras años de desarrollo ha alcanzado la perfección. El conjunto es una verdadera delicia un firme candidato en cualquier lista de clásicos modernos.
7. Toyota Supra
Cada vez quedan menos deportivos que evoquen el estilo de los coupés de décadas pasadas, así que hay que aplaudir a los japoneses de Toyota por lanzar un Supra nuevo, probablemente el último de su estirpe. Claro que dado el pequeño volumen esperado, se han decidido por colaborar con BMW, sobre la base del nuevo Z4. Aún así, el japonés ha logrado diferenciarse bastante en cuanto a carácter, del cual tiene a raudales. A pesar una vez más por supuesto de la electrónica que todo lo controla, incluido hasta el sonido del motor a través de los altavoces, algo que por cierto ya es bastante habitual hoy en día.
8. Caterham Seven
Cuando entramos en territorio Caterham nos olvidamos de la electrónica: nada de ayudas a la conducción ni sonido artificial del motor saliendo por los altavoces. Tampoco hay airbags ni ABS, sólo lo indispensable para divertirse al volante “como en los viejos tiempos”. Aunque ya sabemos lo que eso significa: una ausencia total de refinamiento y conducir a expensas de los elementos… y del cuidado que tengan el resto de conductores. Porque entre tanto SUV es posible que el ultra-bajito Caterham no se vea. Quien sacrifique estas desventajas será recompensado con una sonrisa permanente.
9. Ferrari Roma
Para muchos el Roma sería el primer Ferrari realmente bonito en muchos años. Ya se sabe que la estética es algo subjetivo y personal pero la mayoría coinciden en esta apreciación. Un coupe en el sentido tradicional con su motor delantero y líneas limpias es de agradecer en estos tiempos en que parece que algunas marcas se esfuerzan por hacer sus modelos cada vez menos agradables a la vista. Y además aquí hablamos de un coche divertido que lo puede todo: entretener a tope en una carretera de montaña o llevarnos de viaje devorando kilómetros con comodidad. Y esa línea… uno de esos coches que son sin duda alguna clásicos modernos.
10. Ferrari SF90
Son los tiempos que vivimos: el SF90 monta un V8 biturbo pero tras pulsar el botón de arranque y conducir los primeros metros, todo lo que oiremos será un silbido, por cortesía de los tres motores eléctricos que también lo propulsan. Sólo cuando aceleremos fuerte o cambiemos de modo de conducción con el famoso “manettino” en el volante la cosa cambiará radicalmente, gracias a sus casi 1.000 CV. Una potencia descomunal para los apenas 1.570 kg que pesa, un milagro teniendo en cuenta todo el sistema híbrido y la tracción integral.
11. Lamborghini Huracán
Te das cuenta de cómo ha evolucionado el dominio de los materiales ligeros cuando comparas los 1.422 kilos del Huracán con el peso de su famoso y venerado antecesor: el Countach en su versión 5000 QV llegaba a los 1.488 kilos. Pero además, ahora el Huracán se ofrece en versión con tracción trasera, lo que significa que te expones más a acabar en la cuneta en las curvas como en el Countach, pero por otro lado se ahorra peso y se incrementa la diversión.
12. McLaren 720S
Este McLaren es más caro que el Ferrari o el Lamborghini equivalentes, pero su capacidad de sorprender es aún mayor. A su tremenda estabilidad y agilidad circulando rápido une su pasmoso confort de marcha cuando se quiere ir tranquilo. Esto se logra gracias a la suspensión hidráulica activa, que hace magia con la dinámica del coche. Aparte de esto, el otro truco de este modelo es la extrema rigidez del conjunto, que se logra con la estructura básica de fibra de carbono, lo que contribuye decisivamente a la ligereza de este bólido, que pesa tan sólo 1.283 kg – para 720 CV.
13. Volkswagen Golf GTI
El GTI actual podría ser el coche perfecto: aquel que un aficionado se compraría buscando espacio amplio, buena visibilidad, prestaciones y esa amplia sonrisa que buscamos en cada uno de los coches de esta lista. Es la elección de Jeremy Clarkson tras probar casi todos los coches que se hayan fabricado jamás y eso quiere decir algo. Y no es que sea ultra potente con sus 241 CV, hay coches mucho más poderosos en su clase. Pero no son coches tan divertidos como el Golf, cuya combinación de comportamiento en curva, estabilidad y confort es insuperable y hace que el conductor se sienta parte de la máquina, algo que muy pocos ofrecen hoy en día.
14 Honda Civic Type R
Con su aspecto de nave espacial (y no de carga, sino de las de combate) se diría que el Honda pone el foco en las prestaciones y el comportamiento. Pero curiosamente no es así, compite seriamente con el Golf GTI buscando el equilibrio entre estabilidad, diversion, confort y practicidad.
15. Porsche 911
El eterno Nueveonce no deja de ser uno de los coches clásicos modernos más atractivos. Sí, ya no es aquel deportivo puro – quizá empezó a dejar de serlo a finales de lo noventa. Y cuando oímos que no dispone de caja manual, alguno levantará escéptico una ceja. Pero para empezar, son los tiempos que vivimos, pero es que los ingenieros de Stuttgart han logrado que la eléctronica actúe de una forma tan natural que en ningún momento este coche resulta aséptico o artificial. Lo que significa toneladas de diversión cuando te entran ganas pero una compostura ejemplar cuando se trata de ir relajado o de viajar. Una maravilla.
16. Ford Mustang GT
De acuerdo, hasta ahora he propuesto modelos cuyo peso es más que contenido respecto a otros similares. Pero nunca he entendido el mundo de los coches como algo científico sino que, como en todas las aficiones, uno se deja llevar por la pasión más allá de las cifras. Sí, con sus milseiscientos y pico kilos el Mustang es un coche pesado y no es el campeón del slalom. Pero el actual ha recuperado gran parte del carisma que tenían las primeras generaciones y además este coche tiene un comportamiento más que divertido. Y ese sonido del motor. Irresistible.
17. Bentley Continental
Y tampoco puedo dejar fuera de esta lista de coches clásicos modernos esta maravilla de coupé: el perfecto Gran Turismo. Empezando por su tecnológicamente modernísimo (pero a la vez lamentablemente anacrónico) motor W12 de 6.0 litros y doble turbo, combinado con tracción a las cuatro ruedas – y todo tipo de ayudas a la conducción, por supuesto. Éstas permiten a este monstruo de casi dos toneladas y media moverse con una agilidad inverosímil y acelerar brutalmente de 0 a 100 en 3,6 segundos, pero deslizarse por la carretera con la mayor suavidad. Y esa cabina que es una sinfonía en madera y piel. Un sueño.
Los créditos de todas estas imágenes de coches divertidos corresponden en cada caso al fabricante.
DH