Cuando nos referimos a los «coches viejos» a menudo falta consenso sobre cómo llamarlos, así que aquí van mis reflexiones y una clasificación…
Los conocemos por antiguos, históricos o clásicos, de colección o de época, aunque también hay quien habla de cacharros, antiguallas o coches viejos. Los términos no nos faltan pero como quien más, quien menos, es que hay que ver cómo nos gusta ordenarlo y clasificarlo todo, vamos a ver a qué se refiere cada expresión y cuáles son las más extendidas. Y empezamos por la más fácil de explicar, por que está regulada por ley. Sí, cuando un vehículo (ya sea coche, moto o tren) cumple una determinada edad, su dueño tiene el derecho (que no la obligación) a declararlo como Vehículo Histórico, según se recoge en el Real Decreto 1247/95.
En la mayoría de los países europeos este límite de edad está en 30 años, y ahora también en España desde mayo de 2018, en aplicación Real Decreto 920/2017. Para obtenerlo, se debe tener la ITV al día, el vehículo no puede haber sufrido modificaciones técnicas y se deben pagar unos 600 euros. A cambio, los plazos entre cada inspección de la ITV podrán ser más amplios, se podrá optar a seguros menos costosos y en muchos municipios el vehículo estará exento del impuesto de circulación.
Al margen de esta definición oficial, existen otros apelativos que en general dependen de la época en que un coche fue fabricado y que voy a repasar a continuación. Por unificar criterios, voy a seguir la clasificación que hace la Federation Internationale d’Automobiles Antiques (FIVA), que para definir un vehículo como “Histórico” también toma como criterio la edad mínima de 30 años, pero además pide que este bien mantenido y en su configuración original, que nos e use como medio de transporte diario y que sea parte de nuestro patrimonio técnico y cultural. En fin, aquí va la clasificación…
Clase A: Ancestros (hasta 1904)
La FIVA establece que todos los vehículos de propulsión mecánica fabricados hasta 1905 recibirían el nombre de Ancestros. Hasta esa fecha los automóviles eran sobre todo abiertos, sin techo alguno, y eran vistos más como una novedad que como un vehículo para desplazarse, las averías serán muy frecuentes y el combustible, difícil de obtener, por no hablar de las “carreteras” entre comillas.
Clase B: Veteranos (1906-1918)
Durante este período, se homogeneizó la configuración estándar de los automóviles, esto es, el motor quedó en posición delantera, la tracción fue mayoritariamente trasera y los sistemas de propulsión alternativos (electricidad, vapor…) quedaron marginados en favor de la gasolina y se extendió además el uso de los techos practicables. En países anglosajones se usa mucho para estos años la expresión Brass Era o era del latón, así llamada por el uso profuso de este metal en accesorios tales como faros, radiadores, embellecedores, etc. y en Gran Bretaña hablan de la Edwardian era , en referencia al rey Eduardo VII. El Ford T es un magnífico ejemplo de esta época.
Clase C: Vintage (1919-1930)
A partir de 1919, los automóviles ya se fabricaron mayoritariamente con carrocerías totalmente cerradas con ventanillas de cristal: en 1919 aún el 90% de los coches eran abiertos con un techo rudimentario, pero para 1929 ya el 90% eran cerrados. En estos años comienzan a desaparecer decenas de fabricantes pequeños y la época terminaría con el crash de la bolsa de Wall Street de octubre de 1929.
Clase D: Post Vintage (1931-1945)
A partir de ese año, las aletas, los estribos y los faros se van integrando cada vez más en la carrocería y el número de fabricantes sigue disminuyendo, sobre todo por la Gran Depresión de los ’30. Además, esta fue una época dorada para los maestros carroceros. Por cerrar el capítulo pre-1945, diremos que según qué clasificaciones, todos los coches de preguerra serían “antiguos”, o mejor “antique” en el sentido de “coleccionables” y no de “viejos”.
Clase E: Posguerra (1945-1960)
Tras la guerra, se generalizó el uso de la carrocería “pontón”, ya sin estribos y con las aletas y los faros completamente integrados en la carrocería.
Clase F (1961-1970)
A partir de principios de 1960 se generalizó el uso de la carrocería autoportante y la seguridad empezó a ganar en importancia y la FIVA establece dos clases diferenciadas. La primera sería la clase “F” para vehículos fabricados entre 1961 y 1970.
Clase G (desde 1971 hasta… hace 30 años)
En la siguiente década el plástico se empezaría a abrir paso de forma más generalizada como material utilizado con frecuencia en los automóviles y las carrocerías se hicieron cada vez más funcionales y carentes de adornos. Estos vehículos ya estarían en la Clase “G” para aquellos fabricados desde 1971 hasta 30 años antes de la fecha actual.
Youngtimers
En cualquiera de los casos, lo que hemos dicho hasta ahora deja a los coches más jóvenes en un limbo que nuestra manía clasificatoria no podía permitir. Surgió así hace ya unos años el término “youngtimer” o también “nuevo clásico”. El primer término es casi una evolución irónica de otro anglicismo: en inglés, todo lo antiguo (incluidos los coches) se vienen llamando “oldtimer”, así que hace unos años sobre todo los alemanes por analogía llamaron a los nuevos clásicos “youngtimers”. Y con esto ya tuvieron un nombre cool no oficial con el que arrancar la moda. Estaríamos hablando de coches entre, digamos, 10 y 30 años, aunque aquí también cada cual tiene sus ideas y no hay nada absoluto.
¿Y los clásicos…?
Ya hemos visto qué es un coche histórico pero ¿qué hay entonces del término “clásico” que se ha puesto tan de moda en los últimos tiempos? Aquí nos movemos ya en arenas movedizas porque es ésta una palabra muy manida utilizada por diversos organismos y entusiastas en diferentes contextos – ¡incluyendo el logotipo de esta publicación! Pero no existe una definición oficial de “clásico”…
Por un lado estaría el límite de edad: hay quien llama clásico a cualquier coche mayor de 25 o 30 años, aunque según otra corriente de opinión, para ello deben ser además automóviles especiales o escasos. A otros, les basta con que el coche sea especial, independientemente de su edad. Y finalmente algunos puristas establecen el límite a principios de los ’70 con la aparición de los paragolpes de plástico. Y luego vas a la librería y encuentras un libro de principios de los ’80 que se refiere al Morris Minor (1948) o al Jaguar E-Type (1961) como “nuevos clásicos”, lo cual da una idea del galimatías. Exacto, sigamos discutiendo…
DH
Imagen de portada por cortesía de Bentley Motors
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